El 13 de mayo de 2000, se produjo la explosión de 100 toneladas de material pirotécnico en la empresa Fireworks S.e., que almacenama y montaba material pirotécnico en la ciudad de Enschede, en los Países Bajos. Hubo 22 muertos, casi 1000 heridos y serios daños materiales.
La fábrica de SE Fireworks se encontraba en el barrio de Tollensstraat, en la ciudad de Enschede y almacenaba material pirotécnico. Se almacenaba más cantidad del autorizado y en zonas en las que no se disponía de permiso.
El fuego comenzó en el área de reenvasado y se fue propangando de un almacén a otro, provocando finalemnte la explosión en masa del material pirotécnico almacenado.
El fuego empezó en el área de reenvasado C2, por causas que no se han terminado de esclarecer, y se propagó a otros almacenamiento para, finalmente, provocar la explosión en masa de la pirotecnia que allí se almacenaba.
Las hipótesis que se barajan como posibles causantes del incendio inicial son: un incendio provocado, la autoignición del llamado cordón flash, un cortocircuito en el área de reenvasado o la manipulación (ilegal) de material pirotécnico.
En los momentos iniciales, nadie se percató del fuego hasta que no fue visible desde el exterior. Cuando los bomberos llegaron al lugar del accidente, el fuego llevaba activo al menos 25 minutos. Para entonces, varios incendios habían comenzado, debido principalmente a los productos pirotécnicos que comenzaban a explotar.
Incluso después de que se lograse controlar el incendio en el almacén C2, se detectó humo, llamas y material pirotécnico encendido en el búnker adyacente C4. El incendio que se produjo era muy difícil de extinguir, ya que el fuego se iba propagando de un búnker a otro, incendiando el contenido de diferentes almacenes. En un momento dado, se produjo la explosión del material del contenedor E2, lo que dio lugar a una gran llamarada hacia el almacén central. Un minuto después se produjo la explosión del M7 que fue comparable a una explosión de 800 kg de TNT y generó una onda de choque y una bola de fuego de 85 metros de diámetro.
Otro minuto después, se produjo la explosión final que devastó prácticamente toda la factoría, estallando casi simultáneamente los contenedores restantes. La explosión final fue comparable a una explosión de unas 5 toneladas de TNT.
El balance final de víctimas fue de 18 personas muertas de manera instantánea (4 de las cuales eran personal de los equipos de emergencia) y tres personas desaparecidas. Al cabo de cinco meses, murió otra persona más en el hospital. Casi 1.000 personas resultaron heridas, de las cuales 527 tuvieron que ser tratadas en el hospital. Además, se estima que unas 1.250 personas perdieron sus casas.
La fábrica quedó devastada por la explosión, al igual que el vecindario de Roombeek. Otros barrios residenciales de los alrededores también sufrieron importantes daños. Más de 200 casas fueron destruidas y otras 400 casas sufrieron daños graves, quedando inhabitables.
Cabe señalar que después de la explosión se encontró amianto en el aire y en los alrededores.
La investigación que se realizó dictaminó que:
El accidente de Enschede pone de manifiesto, al igual que otros accidentes industriales ocurridos en esa época, que el control de la seguridad debe ser básico tanto para las empresas como para las administraciones. Por ello:
En este caso, la fábrica no contaba con todos los permisos necesarios para almacenar el material que ese día se encontraba en sus instalaciones, pero la administración en ningún momento supervisó e inspeccionó la instalación.
Concretamente medidas relativas a la gestión e intervención en las emergencias, toma de decisiones, protección a la población y al medio ambiente, atención sanitaria y psicológica, establecimiento de planes municipales para hacer frente a estos accidentes…